Page 17 - Manual de buenas prácticas
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Pueblos Indígenas, que siguieron perdiendo sus territorios, su cultura, su lengua y sus
tradiciones. Así mismo, la discriminación por parte de colonos y mestizos nunca se
detuvo; los indígenas fueron estigmatizados y rechazados, se les vio como animales e
incluso fueron cazados por diversión.
Con la Constitución Política de 1886 se reafirmaron estas ideas y el Estado colombiano
le dio más poder a la Iglesia Católica en la administración de las cuestiones indígenas.
Se siguió negando la autonomía de los Pueblos Indígenas y continuaron siendo vistos
como la piedra en el zapato para el desarrollo y el progreso del país. En los territorios,
los indígenas vivieron bajo las figuras del endeude, el terraje y la servidumbre. Muchas
veces, en las grandes haciendas el trabajo indígena no era remunerado y, en otras, se
torturaba a quien intentara escapar de la sujeción o no cumplía con su trabajo. Uno
de los casos más trágicos ocurrió a comienzos del siglo XX: empresas caucheras como
la de la Casa Arana convirtieron la región amazónica en un escenario de terror, de
trabajo forzado, torturas y asesinatos.
Entrado el siglo XX, mientras la Iglesia Católica consolidaba sus misiones en diferentes
territorios indígenas como la Sierra Nevada de Santa Marta, el Cauca, La Guajira y
Putumayo, el movimiento indígena comenzó a tomar fuerza en el país y a ser oída
su voz. En el Cauca, Manuel Quintín Lame, un humilde terrasguero, promovió la
resistencia indígena contra las misiones y abogó por la disolución de los resguardos y
la expulsión de hacendados y terratenientes que tenían el control de la región y que los |17|
obligaban a trabajar sin remuneración. La respuesta estatal fue apresar a Quintín Lame
y perseguir a los líderes del movimiento.
Los Pueblos Indígenas han sido víctimas del largo conflicto armado que ha asediado
el campo colombiano y que ha dejado miles de civiles muertos y desaparecidos. Los
desplazamientos, los despojos y las violencias físicas y simbólicas a las comunidades
indígenas aún hoy en día continúan, y las víctimas individuales y colectivas no han
sido completamente reparadas.
Hacia el reconocimiento de los Pueblos Indígenas
como sujetos políticos
No obstante el proceso histórico descrito, en la segunda mitad del siglo pasado, los
movimientos indígenas se fortalecieron en varias regiones del país y comenzaron
a visibilizar la problemática de la población originaria y a reivindicar sus saberes y
tradiciones ancestrales. Uno de los hitos en la organización indígena de Colombia fue
la creación del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) en 1971.
A partir de 1980 se dio un giro en términos de políticas y reconocimiento de derechos
de los Pueblos Indígenas en Colombia y América Latina. Se enuncian a continuación
algunos hitos: